El cuidado de la piel involucra algunos factores que pueden cambiar de persona a persona, como el tipo de piel, la región donde se aplicará el producto, el orden de aplicación, el cuidado de día y de noche, entre muchos otros.

Pero, un punto que aún puede dejar dudas incluso en los más expertos en el tema, es entender cuáles son las diferencias entre productos cosméticos y dermocosméticos. Por eso, en este post tratamos de deshacer ese nudo que tenes en la cabeza de una vez por todas: ¡vení a comprobarlo!

 

Productos cosméticos

Es fácil pensar que los cosméticos son cualquier producto que se utiliza para cuidar la piel u otras partes del cuerpo, pero tienen algunas características que los clasifican de esa manera.

La primera característica de los cosméticos es que actúan principalmente sobre la epidermis, la capa más superficial de la piel. Traduciendo a un buen español: no tienen una acción profunda y sirven más para un efecto inmediato, y menos para el tratamiento. El maquillaje entra en esta categoría y es un gran ejemplo de cosmética, ya que puede cambiar la apariencia de la piel, pero momentáneamente.

Esto sucede porque los cosméticos no tienen gran porcentaje de principios activos en su composición, además de no tener que someterse a pruebas que demuestren su eficacia. La falta de principios activos en las formulaciones hace que los productos cosméticos sean más accesibles que los productos dermocosméticos, pero con efectos de corta duración.

Productos dermocosméticos


Los dermocosméticos, por su parte, tienen un poder de acción más profundo, debido a la presencia de gran porcentaje de principios activos en sus composiciones, que consiguen llegar a las capas más internas de la piel, como la dermis. Tienen una función de prevención, e incluso de tratamiento, a largo plazo, es decir, los resultados se pueden ver después de un uso continuo y durante algún tiempo.

Una de las formas de diferenciar la cosmética de la dermocosmética es leyendo la etiqueta del producto. Los dermocosméticos, suelen incluir la concentración específica del activo en el producto en forma de porcentaje o mediante la descripción del activo.

¿Como escoger?

Para armar la rutina de cuidado ideal para tu piel, no tenes que elegir uno u otro, es completamente posible (¡e incluso recomendable!) compatibilizar la cosmética con la dermocosmética. La combinación de ambos puede ser fundamental para cuidar la piel en cuestiones más profundas, a la vez que remediar situaciones momentáneas, como las imperfecciones. El uso de dermocosméticos no invalida el uso de cosméticos y viceversa. 

 

DESCARGO DE RESPONSABILIDAD: Los blogs de laboratorio están destinados a ayudar a educar sobre ingredientes específicos y temas de cuidado de la piel. Están diseñados solo con fines informativos. La información sobre los ingredientes utilizados en los productos cosméticos que aparecen en el Sitio no pretende ser ni debe interpretarse como un consejo o recomendación sobre el uso de cualquier producto cosmético. Si tiene preguntas sobre el uso de un producto cosmético, consulte a un médico. 

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